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Las
Guerras Napoleónicas
Capítulo
XVIII
Septiembre
a Diciembre de 1812
Índice
de épocas y temas, todo disponible en esta página:
Fin de La
Gran Guerra Patriótica.
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a Portada de Guerras Napoleónicas
Las Guerras Napoleónicas:
Capítulo XVIII
La Gran Guerra
Patriótica (II). La Retirada de Rusia.
14 a 19 septiembre 1812:
Napoleón Bonaparte entra
en Moscú.
El 14 de septiembre, las columnas
rusas en retirada desde el oeste comenzaron a llegar a Moscú, siendo
recibidas con expectación por la población, que contempla desolada como
sus soldados atraviesan las avenidas en silencio, con la cabeza baja,
para después salir por el otro lado de la ciudad en dirección a Bronnitsy. El grueso del ejército ruso se acantona en las cercanías de
Panky, a unos 15 km al sureste de Moscú.
Los moscovitas recogen
sus enseres, y siguen la retirada de su ejército en largas caravanas que
abarrotan las puertas y puentes: de los 250.000 ciudadanos, sólo unos 15.000 se quedarán en la capital,
casi todos enfermos y soldados
heridos. La reducida colonia de franceses y sus aliados decide permanecer en la ciudad
por motivos obvios.
A las 17:00 horas, un Consejo de
Guerra ruso se celebra en Phili, para deliberar la conveniencia de
abandonar Moscú, situación que detestan generales como Barclay, Osterman-Tolstoy
y Raevsky. Tras escucharles, Kutuzov finalmente decide conservar su
ejército, ordenando sacrificar la capital para salvar el resto de Rusia.
Esta decisión desagrada a muchos, Barclay dimitirá del ejército; el Zar
pedirá su vuelta en diciembre.
La mañana del 15 de septiembre, cuando la
retaguardia rusa se retira de Moscú por el puente del río Yauza, la vanguardia del ejército francés, una unidad de caballería al
mando de Murat, llega a la capital por la puerta de Dorogomilov. Los
soldados rusos ofrecen una desesperada resistencia. El general
Miloradovich mantiene aún en la ciudad dos Cuerpos de caballería, diez
regimientos de Cosacos y 12 cañones de campaña.
Como se hiciera en Smolensko,
Kutuzov ordena volar los depósitos de municiones y suministros. El
gobernador moscovita, Rostopchin, libera a los reos de sus cárceles, e
inmediatamente se entregan al saqueo y comienzan a propagar incendios;
las bombas de agua son desmontadas. También resistirán a los franceses
disparándoles desde ventanas y tejados con un millar de fusiles que les
han sido entregados.
Milordarovich comunica a Murat que
si no le permite replegarse, sus soldados defenderán la ciudad calle por calle y casa por casa. Murat
concede unas cuatro horas a los rusos para terminar su evacuación y
capitular. A mediodía, Napoleón llega a la colina de Poklonnaya,
a la vista de Moscú. Aguarda la llegada de algún enviado ruso con las
llaves de la capital, como gesto de rendición, en vano.
A las 15:00 horas, Napoleón entra
en Moscú espectacularmente escoltado de su Guardia Imperial al son de la
Marsellesa. Queda atónito al hallar las avenidas vacías. Entra en el Kremlin y sube a la torre de Iván el Grande
desde la que contempla toda la urbe aparentemente sin vida: con la toma
de la capital espera que el Zar Alejandro se someta a sus dictámenes, y
a tal fin le enviará una carta a San Petersburgo.
Bonaparte declara a la ciudad como
trofeo de guerra y autoriza a sus tropas al saqueo, tal como les
prometió al principio de la campaña. Salvo el Kremlim y las iglesias,
varios cientos de las casas de madera moscovitas pertenecen a nobles muy
ricos. El saqueo es organizado hasta el 19 de septiembre: hoy lo hará
la Vieja Guardia, mañana, la Joven Guardia, el día posterior, el Cuerpo
de Ejército de Davout. Sin embargo la orden de detenerlo será ignorada,
dándose matanzas y aumentando el número de incendios.
Ya al anochecer del mismo día 15
de septiembre, Moscú está envuelta en llamas, ardiendo barriadas enteras
que amenazan el Kremlim. Napoleón lo abandona al día siguiente,
alojándose en el Palacio de Pedro el Grande, donde estará tres días. El
día 17 el viento cambia de dirección y toda la ciudad se nubla por el
humo. Los fuegos comienzan a remitir cuando el 19 de septiembre comienza
a llover y el viento amaina.
La Vieja Guardia ha salvado el
Kremlin cavando una zanja alrededor; el barrio del puente de Kuznetzky
fue igualmente protegido por una unidad de Granaderos ayudados por la
colonia de extranjeros que reside en la capital. Los soldados de Wurtemberg saquean la catedrales de Arakangelsk, Blagoveshensk y el
propio Kremlim, llegando a profanar tumbas de zares y toda serie de
reliquias ortodoxas.
El incendio y el saqueo de Moscú
será tachado en toda Europa como un acto de barbarie que desprestigia a
Bonaparte, y supondrá un duro golpe para la moral rusa. Los franceses
permanecerán en la capital hasta octubre, por unos 35 días.
20 septiembre
1812: En
Nesvizh,
los Cosacos
derrotan a tres escuadrones de franceses.
22 septiembre
1812: En
Vishnyakovka, Partisanos
rusos
capturan a 500 franceses.
24 septiembre
1812: En
Vyazma,
Partisanos rusos
derrotan a un destacamento francés.
2 octubre
1812:
La Grande Armée,
aislada en Moscú.
Tras retirarse de Moscú y mientras
los franceses la saquean, el ejército ruso al mando de Kutuzov se
repliega al sureste por el camino de Ryazan, cruza el río Moscova por
Borovsky y gira hacia el oeste; llegando el 18 de septiembre a Podolsk;
tres días después llega a Krasnaya Pakhar, al suroeste de Moscú,
acampando allí.
Napoleón envía a Murat, Bessieres
y los polacos de Poniatowsky en su búsqueda, pero Miloradovich despacha
Cosacos en varias direcciones para despistarles. Los franceses ignoran
dónde se han retirado los 100.000 rusos; una vez descubiertos el 26 de
septiembre, reanudan marcha hacia el sur, deteniéndose el 2 de octubre en Tarutino, donde los rusos reciben más hombres de refuerzo, armas y
víveres.
Gracias a su hábil maniobra,
Kutuzov salva Kaluga y Tula, donde había concentradas tropas y
armamento, y a la vez que restablece las comunicaciones con los
ejércitos de Tormasov y Chichagov, corta las rutas de suministro de
Napoleón a Smolensko y el sur de Rusia, al hallarse el ejercito ruso
situado ahora al suroeste de Moscú, donde los franceses tienen un
abastecimiento limitadísimo.
Desde finales de agosto, grupos de
Partisanos, Cosacos y Húsares hostigan a los franceses sin pausa. El
Teniente Coronel Davidov manda la primera unidad regular de este tipo,
formada por 50 cosacos y 80 húsares, que atacan las guarniciones,
correos, convoyes de abastos y patrullas de los invasores con gran
éxito, desmoralizándoles. En breve un general ruso dará 500 fusiles a
campesinos para que actúen como guerrilleros.
Si no consigue suministros,
Bonaparte deberá posponer sus planes de llegar a San Petersburgo este
año e incluso se planteará continuar su campaña al interior de Rusia,
donde la temperatura comienza a descender paulatinamente.
9 octubre 1812:
En Nickolaevka, Partisanos rusos matan a 100
franceses y apresan 200.
10 octubre 1812:
Partisanos rusos liberan la ciudad de Verea; mueren
300 franceses.
18 octubre 1812:
Batalla de
Tarutino.
Desde hace dos semanas, la mayoría de la Grande
Armée está encerrada a la defensiva con Napoleón en Moscú, tan sólo
unos 26.000 soldados al mando de Murat se hallan desplegados en el
exterior, en las riberas del Chernisnya, apostados entre los pueblos
de Teterinka y Dmitrovskoe, al suroeste de la ciudad. Frente a ellos,
a unos 6 km, les vigila la vanguardia del ejército ruso.
Los Cosacos y Partisanos merodean por doquier
observando todas las maniobras francesas en busca de cualquier
debilidad, atacando unidades pequeñas y capturando prisioneros y
desertores. Así, Kutuzov es informado durante los días 13 y 14 de
octubre de la verdadera situación de este Cuerpo de Ejército francés,
que resulta demasiado apartado de las tropas acantonadas en Moscú.
Al amanecer del 17 de octubre,
el ejército ruso parte de Tarutino hacia el noreste en cinco columnas,
contando los 2º, 3º y 4º Cuerpos de Ejército, diez regimientos de
Cosacos y otro de cazadores: unos 36.000 hombres. Cruzan el río Nara y
el grupo de Bennigsen se oculta en un bosque cerca de Dmitrovskoe al
anochecer, mientras los Cosacos de Denisov se sitúan tras él con
artillería y un regimiento de Guardias
La madrugada del 18, los soldados
de Bennigsen atacan el flanco izquierdo francés cogiendo totalmente
desprevenidos a los hombres de Murat. Los rusos cortan las líneas
francesas y avanzan al noreste hasta Spas Kuplia, cortando su retirada a
Moscú. A las 07:00 horas los Cosacos de Denisov atacan a los Coraceros y
Carabineros mientras duermen en Teterinki, desbandándose los que no son
muertos, heridos o apresados.
Dos regimientos franceses se
reorganizan rápidamente disparando a los Cazadores rusos, causándoles
muchas bajas, matando a su general y deteniendo el avance de dos
regimientos rusos más, aunque el resto continúa avanzando en buen orden.
Murat establece una eficaz defensa en Tetrinki, pero Bennigsen recibe
dos divisiones más de refuerzo; en total maniobran hacia el pueblo 46
batallones rusos.
Otro grupo de Cosacos cruza el
Chernisnya flanqueando a los franceses también por el oeste, atacando a
la caballería de Lateur Mabourg por su retaguardia. Murat se halla
rodeado y manda una retirada ordenada hacia Moscú, hostigado por los
Cosacos. Los generales rusos piden más refuerzos a Kutuzov para arrollar
su repliegue, pero este se los niega, y abandonan la persecución en Spas
Kuplia a la madrugada del día siguiente.
Los franceses escapan gracias a la
actuación de la caballería de Lateur Mabourg y las tropas del general
Clapared, que les permiten romper el cerco por Spas Kuplia, pero dejan
atrás 2.500 muertos y heridos, 1.000 prisioneros, 36 cañones, mucha
pólvora, munición, carruajes y una bandera. Los rusos perdieron 300
muertos y 900 heridos.
En el campamento del ejército ruso
del pueblo de Tarutino se festejará esta victoria con tal efusividad que
dará nombre a la batalla, sin haberse entablado ningún combate en él;
este triunfo eleva su moral tras la pérdida de Moscú. Napoleón encajará
esta derrota con gran desagrado, Murat ha sido víctima de su exceso de
confianza al infravalorar las capacidades de su adversario.
19 a 23 octubre
1812:
Napoleón
se retira de Moscú.
Bonaparte se encuentra en una
situación desesperada. El pasado día 15 de octubre comenzó a nevar,
cubriendo el suelo una capa de 3 pulgadas de nieve, la temperatura ha
bajado ayer a 0º C, afectando a sus 105.000 soldados, la mayoría sin más
ropa de abrigo que las que hayan encontrado, y el hambre les amenaza, al
hallarse 550 millas en el interior del yermo provocado por la táctica de
Tierra Quemada de Kutuzov.
Hasta hace pocos días, Napoleón
aún pensaba en acuartelarse en la capital y dirigir una expedición al
triángulo Minsk-Smolensko-Vitebsk, al oeste de Moscú, donde quizás
podría encontrar tierras fértiles y granjas que
no hubiesen sido arrasadas o requisadas por los soldados rusos.
Pero, como ha probado la derrota
sufrida ayer por Murat cerca de Tarutino, el ejército ruso se está rehaciendo
al suroeste de la capital mientras que los franceses han perdido su
superioridad numérica inicial. Finalmente, la inminente llegada del cruel
invierno ruso revoca todos los planes de continuar una campaña a San
Petersburgo el próximo año.
Bonaparte ha enviado un total de
tres embajadas al Zar con ofertas de paz, pero nunca ha contestado,
evidenciando que piensa continuar a la defensiva, hasta que los franceses se hallen lo
bastante
débiles como para pasar a la ofensiva. La
estrategia rusa de contención en espera de su aliado natural, el
"General Invierno", ha sido un éxito.
El día 16 de octubre el Corso
ordena minar el Kremlin y la Torre de Iván el Grande, entre otros
monumentos para proceder a su voladura al evacuar la ciudad. El minado
es efectuado por prisioneros rusos, los que se niegan son fusilados.
Después de 3 días, los explosivos están dispuestos.
Hoy comienzan a abandonar Moscú
los 90.000 infantes y 15.000 jinetes que restan a la Grande Armée,
seguidos de trenes de artillería, manadas de ganado, convoyes de carros cargados de heridos,
forraje, alimentos y bagajes, además del botín obtenido del saqueo a las
ciudades rusas. Les acompañan cientos de civiles extranjeros, por temor a las
represalias que puedan sufrir de los rusos al ser sus países aliados de los invasores.
Napoleón, con gesto fruncido y
arropado en un cálido abrigo de piel, viaja en un gran trineo tirado por
3 caballos. Así comienza su larga retirada por la hostil y gélida Rusia,
de momento hacia el suroeste, a reunirse con las tropas de Murat en
Krasnaya Pakhra.
Dentro de Moscú se queda una
fuerza de retaguardia de 8.000 soldados al mando del mariscal Mortier,
que deberá salir de la capital una vez detonadas las cargas, lo cual
sucederá entre los días 21 a 23 de octubre, siendo derrumbadas algunas
torres del Kremlim; varias catedrales y palacios resultan parcialmente
demolidos e incendiados; cientos de personas resultarán muertas o
heridas, aumentando el odio a los franceses.
Fin de la Campaña de Napoleón en Rusia
( 1812 )
23 octubre 1812:
Conspiración de general Malet contra Napoleón.
24 a 25 octubre
1812:
Batalla de
Maloyaroslavets, o Malo-Jaroslawetz.
Al anochecer del 20 de octubre,
los Partisanos informan al general Docturov de que Napoleón y su Guardia
han llegado a Fominskoe y se dirigen a Maloyaroslavets al frente de la
Grande Armée, de unos 105.000 hombres, viajando a Kaluga, en busca mejor
clima y suministros. Kutuzov decide cortarles el paso en Maloyaroslavets,
a unos 120 km al suroeste de Moscú; y cursa órdenes para ello tres días
después.
La artillería rusa de Ivashev
cubre los tres caminos que conducen a la ciudad. La caballería del
Cuerpo de Ejército de Doctorov marcha hacia Aristovo, para atacar el
flanco enemigo. Miloradovich envía tropas a explorar el Viejo Camino de
Kaluga, para averiguar la posición de los Cuerpos de Ejécitos franceses
al mando de Murat y Ney. El grueso del ejército ruso parte de su cuartel
en Tarutino hacia Maloyaroslavets.
Al amanecer del 24 de octubre, las
avanzadillas rusas se acercan a Maloyaroslavets, ocupando las colinas
que dominan la ciudad y su puente sobre el Luza, bloqueando el camino de
Kaluga hacia la que se dirige la vanguardia de la columna francesa,
15.000 hombres del Cuerpo de Eugene Beauharnais; dos de sus batallones
entran en la ciudad, siendo desalojados un regimiento de Cazadores rusos
en un tiroteo callejero.
Los franceses se retiran al otro
lado del río Luza, al norte de la villa; Eugene ordena al general
Delsonne contraatacar con toda su división; Docturov envía dos
regimientos de Cazadores como refuerzo, comenzando una cruenta lucha por
dominar la ciudad. La artillería rusa causa estragos en las unidades
franceses que avanzan hacia ella; el propio Delsonne cae muerto,
ocupando Gillermino su lugar.
Las tropas de Gillermino,
superiores en número a los rusos, les hacen retroceder y se adueñan de
Maloyaroslavets, seguidas de la división de Brussier. Los franceses no
se detienen en la villa, continúan avanzando al sur, para atacar las
posiciones rusas a medio kilómetro de la ciudad. Estas son reforzadas
por la llegada del resto del Cuerpo de Docturov, hasta que terminan de
llegar sus 20.000 soldados.
Los regimientos de infantes rusos
de
Libavsky y Sophiysky salen al encuentro de los franceses apoyados de su
artillería; Gillermino retrocede a Maloyaroslavets, donde vuelven a
producirse cruentos combates callejeros, con descargas de fusilería
cerradas y cargas a la bayoneta; al breve se inician varios incendios en
la ciudad.
Al atardecer llegan a la zona las
primeras tropas de los Cuerpos de Ejército franceses de Davout y la
Guardia Imperial, sumándose a los enfrentamientos, que se vuelven más
cruentos con la llegada de más soldados rusos del 7º Cuerpo del general
Raevsky. El grueso del ejército ruso de Kutuzov marcha ya a 5 km al sur
de la ciudad.
A las 15:00 horas, los rusos de
Docturov y Raevsky han expulsado a los franceses de Maloyaroslavets,
pero entonces se presenta Napoleón en la zona, y ordena al mariscal
Davout que dos de sus divisiones se sumen a las tropas de Eugene y
asalten de nuevo la villa; una parte atacará por un puente que los
ingenieros franceses construyen en el Luza y otra por el puente de la
ciudad. Al poco de iniciarse el asalto, los franceses la toman
Por entonces llega el grueso del
ejército ruso, sumando sus fuerzas en la zona más de 90.000 soldados, situados en las colinas a ambos lados del camino de Kaluga.
Kutuzov ordena a varias unidades expulsar a los invasores de
Maloyaroslavets, dándose otra cruenta lucha callejera. Napoleón se
percata de que casi todo el ejército ruso está aquí, mientras que 63.000
de los suyos han llegado cuando el resto aún viene de camino.
Por la noche los combates cesan.
Maloyarolsavets está ardiendo con sus calles repletas de cadáveres. Los
franceses han sufrido 5.000 bajas, los rusos unas 6.000.
Bonaparte se reúne con su Estado
Mayor en una casa de la aldea de Gorodina, y tras analizar la situación,
concluye que Kutuzov ocupa las mejores posiciones y tiene más
hombres que él, con mayor moral y bien pertrechados, estando en
severa desventaja si mañana habría de librarse una gran batalla.
Al amanecer del día siguiente, el
25 de octubre, Napoleón planea intentar romper de nuevo las líneas rusas
y acude a Maloyaroslavets a inspeccionar el frente. Pero los Cosacos de
Platov, que cruzaron el río Luza por la noche, cargan por sorpresa
contra la retaguardia de los polacos de Poniatowsky, desbandándola.
Los rusos están a punto de
capturar al propio Bonaparte, que se halla en compañía del mariscal
Berthier, el general Rapp y algunos oficiales, que pronto son rodeados
por 25 soldados de la Guardia. Los Cosacos les atacan, pero entonces
llegan en su auxilio dos escuadrones de caballería. Los rusos se vuelven
entonces al campamento francés, roban varios caballos y cañones para
luego desaparecer en un bosque.
Tras inspeccionar las excelentes
posiciones rusas y la arrasada Malyoroslavets, Napoleón vuelve a
Gorodina y decide abandonar su plan de retirarse al sur y hacerlo hacia
el oeste, a Viazma. Está tan conmocionado por el brutal asalto cosaco
que ordena al Dr. Juvanne que le prepare una botellita de veneno que
siempre llevará al cuello, para que no le capturen vivo.
La batalla ha
sido una gran victoria para Kutozov, que obliga a los franceses a
retirarse por zonas sin suministros, al quedar arrasadas en
el verano, y en latitudes más frías.
31 octubre 1812:
Combate del monasterio
de Kolotsky.
Desde
el día 28 de octubre, los Cosacos de Atamán Platov, la unidad más
versátil del ejército ruso, hostiga la retirada de la Grande Armée hacia
Viazma, asaltado a los invasores a su paso por Mozaisk y Gzhastsk.
Hoy, Platov concentra a
sus 20 regimientos y dirige una carga contra el flanco izquierdo de la
retaguardia de la columna francesa, aniquilando más de dos batallones,
tomando 20 cañones, dos banderas y gran cantidad de carruajes con sus
bagajes. El temor de los franceses por las incursiones de los Cosacos
aumenta; su moral desciende tanto como las temperaturas, que rondan ya
los -4º C.
31 octubre 1812:
II Combate de Polotsk; Wittgenstein hace huir a
los franceses.
1 noviembre 1812:
Combate de Zaïmitché.
3
a 4 noviembre 1812:
Batallas de Viazma y Fedorovskoe.
Napoleón con su Guardia Imperial,
en vanguardia de la columna francesa, se halla en Semlevo tras haber
cruzado Viazma; tras él marcha el 3º Cuerpo de Ejército del mariscal Ney,
que acaba de abandonar la ciudad, mientras los 4º y 5º Cuerpos de Eugene
y Poniatowsky se aproximan a ella, distando unos 7 km; en la retaguardia
de la columna cierra la marcha el 1º Cuerpo del mariscal Davout, en
Fedorovskoe, a 17 km.
Bonaparte es informado de que los
Cuerpos de Saint-Cyr y Oudinot, que marchan en otra columna protegiendo
su flanco derecho, al oeste del río Dvina,
son atacados por tropas del general Wittgenstein, que les derrotó el
pasado 31 de octubre en Polotosk, dejando expuesta la derecha de la
retirada francesa.
Los Cosacos de Platov hostigan a
los hombres de Davout persiguiéndoles hasta cerca de Federovskoe. La
vanguardia del ejército ruso, con los 2º y 4º Cuerpos al mando del
Milordarovich, apoyados por los 2º y 4º Cuerpos de caballería y cinco
regimientos de Cosacos, marchan a Viazma, llegando a Spasskoe la noche
del 2 al 3 de noviembre, mientras el grueso del ejército de Kutozov está
en Dubrova, a 26 km de Viazma.
Kutozov planea embolsar a las
tropas de Davout, Eugene y Poniatowsky. Envía las tropas de
Milordarovich y dos divisones de Coraceros de Uvarov a cotarles el paso
y las comunicaciones con Napoleón por el camino de Smolensko, al oeste,
mientras los Cosacos de Platov atacan a los franceses por su
retaguardia, al este; mientras, Kutozov avanza hacia Viazma desde
Byokovo para detener cualquier auxilio de Bonaparte.
A las 08:00 horas, Milordarovich
sale de Spasskoe y corta el camino de Smolensko por el que llegarán los
4º y 5º Cuerpos de Eugene y Poniatowsky, desplegando su 2º y 4º Cuerpos
ante Viazma, mientras su caballería les hostiga secundada de fuego
artillero por los flancos. Los Cosacos de Platov atacan al 1º Cuerpo de
Davout, en Fedorovskoe, quedando cercadas todas las tropas de Eugene,
Poniatowsky y Davout.
Los mariscales Eugene y
Poniatowsky se saben en una situación desesperada, aislados de la cabeza
de la columna francesa y rodeados. Acuden en socorro de Davout para
también así concentrar sus tropas y organizar una mejor defensa; pero la
artillería y caballería de Milordarovich les presionan tanto por
los flancos que deben desistir; al poco los infantes rusos comienzan a
abrir fuego. Los franceses sufren muchísimas bajas.
Eugene y Poniatowsky se percatan
de que algunas unidades de Milordarovich maniobran hacia Viazma, donde
están la mayoría de carruajes y suministros que le quedan a la Grande
Armée. Sus tropas francesas ocupan las colinas próximas a la ciudad,
emplazando artillería en ellas, y con su fuego detienen la maniobra
rusa.
Mientras, los hombres de Davout
consiguen salir de Fedorovskoe y avanzan hacia ellos, reagrupándose al
este de Viazma unos 37.000 soldados franceses. Las fuerzas de
Milordarovich y Platov se concentran a su alrededor recibiendo continuos
refuerzos, hasta alcanzar unos 25.000 soldados rusos.
A las 14:00 horas, los rusos pasan
al ataque, arrollando las formaciones francesas y empujándolas al
interior de Viazma, donde se atrincheran. A las 16:00 Milordarovich
ordena a los Cosacos de Platov, ayudados por Partisanos de Seslavin,
encabezar el asalto a la plaza, seguidos de otros regimientos de
infantería rusa. Hacia las 02:00 horas de la madruga del día siguiente
terminan los combates, quedando la ciudad en llamas.
Los franceses se retiran de la
ciudad por la noche a Dorogobuzh, pero han sufrido 6.000 bajas y otros
2.500 han sido capturados. Los rusos entran en Viazma liberando a 300 de
sus oficiales prisioneros encerrados en una iglesia a punto de
derrumbarse. Las bajas rusas se desconocen.
Los 90.000 soldados que quedan a
la Grande Armée están
desmoralizados, cunde la indisciplina, y aumentan las bajas por frío, las temperaturas han descendido a - 6º C.
Desde que partió de Moscú, el
ejército francés ha perdido unos 15.000 hombres; el espíritu de lucha
de sus tropas ha disminuido, atemorizándose al ver merodear a los
Cosacos o Partisanos; estos les vigilan constantemente, cabalgando cerca
de sus columnas o acechándoles entre los árboles, asesinando a
desertores y rezagados, los soldados invasores se mantienen unidos para
tener una posibilidad de seguir con vida.
Napoleón intenta inspirar a sus
tropas confianza en sus maniobras para retornar a la patria; aun cree que
el Zar Alejandro I parlamentará con él. Los soldados franceses, ateridos
y famélicos, caminan bajo la nieve en largas columnas hacia Smolensko.
9 noviembre
1812:
Combates en el Camino de
Smolensko.
El temible
"General Invierno", el antiquísimo aliado natural de Rusia, se cierne sobre la
Grande Armée durante su penosa retirada hacia Smolensko: las temperaturas bajan
hoy hasta los -11º C, dándose continuas ventiscas de nieve muy espesa. Entre los
soldados escasea la ropa y calzado de abrigo; algunos forran sus botas con
harapos de uniformes y capas, arrebatados a compañeros o enemigos muertos, e
incluso usan piel de caballo.
Durante la mañana y la tarde de hoy, los
jinetes Cosacos y los Partisanos rusos, muy
acostumbrados a su duro
clima y bien pertrechados contra el frío, hostigan
a las fuerzas de la retaguardia de la Grande Armée mientras se retira por el
camino de Smolensko, causándoles en las acciones que a continuación se describen
cerca de 13.000 bajas, además de incautarles cantidades de carruajes,
suministros, equipos y armamento.
- Combate de Liakovo.
Los Partisanos de Davidov,
Seslavin y Figner, avanzan hacia el oeste por el sur del camino de
Smolensko, llegando a Elnya el 7 de noviembre, mientras la brigada del
general Augerau, de unos 2.500 hombres, avanza hacia Liakovo. Cuando
los rusos de Denisov se unen a los Partisanos, este propone atacar a
esta unidad de franceses que ocupan el pueblo, distanciado del resto
de la Grande Armée.
Esta mañana, unos 1.500
Partisanos rusos al mando de Denisov atacan a la brigada de Augerau en
Liakovo, y aunque presenta dura resistencia, los atacantes fusilan a
muchos de ellos al cogerles por sorpresa, para después rodearles,
aislándoles por completo del resto del ejército francés; los
defensores finalmente se rinden. Los rusos les hicieron unas 400 bajas
y capturan a más de 2.000 soldados y unos 60 oficiales.
- Combate
del río Vop.
El 4º Cuerpo de Ejército francés,
al mando de Eugene de Beauharnais, es enviado por Napoleón a evacuar la
guarnición de Vitebsk, acosada por los rusos. Los Cosacos de
Ataman Platov observan la maniobra de esta columna y marchan contra ella
tras verla partir de Dorogobuzh, con la intención de atacarla.
Esta mañana los franceses llegan
al río Vop, pero dudan por dónde cruzarlo al hallar su único
puente destruido. Precisamente entonces, un grupo de los Cosacos de
Platov comienza a dispararles, cargando contra ellos, mientras, otro
grupo cruza el río y les ataca desde la otra ribera. Eugene teme ser
rodeado y ordena desesperadamente una retirada vadeando el río a
discrección.
Los Cosacos atacan ferozmente la
retaguardia gala, con tal ensañamiento que sus ya desmoralizados
soldados se desbandan presas del pánico. Los rusos les causan unas 2.000
bajas, apresan a otros 4.500 y les capturan 64 de sus 87 cañones. Eugene
logra escapar, pero el 4º Cuerpo de Ejército ha desaparecido como fuerza
de combate.
- Combates de Solovieva.
Las tropas del general
Milordarovich, a la vanguardia del ejército ruso, expulsaron a los
franceses en Dorogobuzh el pasado 7 de noviembre liberando la ciudad,
pero después giraron al sur para reunirse con el grueso de su ejército,
enviando al general Yurkovsky con un destacamento de soldados, apoyados
por los Cosacos de Karpov, a hostigar la retirada del 3º Cuerpo de
Ejército del mariscal Ney por el camino de Smolensko.
Los rusos llegan al cruce de
Solovieva el 9 de noviembre, atacando la columna francesa de Ney,
capturándole unos 1.000 prisioneros y 21 cañones antes de replegarse.
-
Combates de
Klementino y Alexevo.
Los Cosacos de Denisov, que habían
derrotado a la brigada de Augerau en Liakovo por la mañana, encuentran
por la tarde un tren de carros franceses, transportando comida y
forraje, cerca de los pueblos de Klemiatino y Alexevo. Los Cosacos
asaltan el convoy, causando a los franceses 1.500 bajas y tomándoles
1.300 prisioneros, 400 carruajes repletos de suministros, 1.000 caballos
de tiro y 200 reses.
9 a 13 noviembre
1812:
La Grande Armée en
Smolensko.
Napoleón, acompañado por los
jinetes su Guardia Imperial, logra entrar en Smolensko mientras la
retaguardia de la Grande Armée es duramente atacada por los Cosacos y
Partisanos. Durante los próximos cuatro días los soldados que consigan
llegar detienen su marcha para descansar, esperar a los rezagados y
reagruparse. El estado en que se encuentran es mucho peor al que tenían
cuando lucharon aquí el pasado mes de agosto.
El ejército francés cuenta ahora con
unos 60.000 soldados aptos para combatir, otros 15.000 se hallan en
pésimo estado a causa del frío, que se ha cobrado ya la vida de unos
miles. A los 5º y 8º Cuerpos de Poniatowsky y Junot no les quedan más de
800 soldados a cada uno; del 4º de Eugene sobreviven menos hombres aún. Entre todos
los Cuerpos de caballería, hasta los de reserva, se podrán reunir unos
5.000 jinetes.
Los 1º y 3º Cuerpos de Davout y
Ney son los que mas hombres cuentan, pero la moral de sus tropas ha
decaído por las derrotas sufridas. La Guardia Imperial ha tenido pocas
pérdidas y su moral sigue siendo alta, aunque también ha sufrido los rigores del
clima. Además acompañan al ejército francés los trenes de artillería,
carros de alimentos, y caravanas de cientos de civiles moscovitas, y
miles soldados heridos o enfermos.
En Smolensko la temperatura es más
baja que la padecida por quienes vienen de camino, unos -12º C, y sigue
descendiendo a diario. Napoleón encuentra en la ciudad escasos
suministros, así que al frío se sumará el hambre, pues aunque todavía
hay sustento para unos días, los últimos ataques rusos les han privado
de carros y ganado.
Bonaparte decide abandonar la
ciudad en breve para reanudar la retirada al oeste y abandonar Rusia
antes de que las condiciones empeoren. Después piensa levantar otro
nuevo y mayor ejército, con el ánimo de volver a invadir los dominios
del Zar el año próximo; pretensión considerada irrealizable por sus
oficiales de Estado Mayor.
El ejército francés va abandonando
la ciudad en cinco grupos, que parten en días alternos hacia Krasnoe: el
13 de noviembre salen en vanguardia los Cuerpos de Poniatowsky y Junot,
el día 14 les sigue Napoleón con su Guardia Imperial, el día 15 parte el
Cuerpo de Eugene, el día 16 el Cuerpo de Davout, y por último, el día
17, sale en retaguardia el Cuerpo de Ney, tras haber dejado la ciudad y
sus fuertes en llamas.
14 noviembre
1812:
III Combate de
Polotsk.
15 noviembre
1812:
Combates en el Camino a
Krasnoe.
El 13 de noviembre, Kutozov es
informado de que la Grande Armée abandona Smolensko en columnas, y
planea atacar estas de forma independiente y esporádica, ordenando
primero al general Milordarovich que corte el camino entre Smolensko y
Krasniy, donde se dirigen los franceses. A la zona también acudirán los
regimientos de Cosacos de Denisov y los Partisanos de Davidov.
Hoy las tropas de Milordarovich
toman posiciones cerca de Krasnoe, de modo que puedan batir el camino
por el que vendrán los franceses emplazando artillería. En Pzahvka, sus
hombres atacan a los rezagados de la Guardia Imperial, haciendo 2.000
prisioneros y tomándoles 11 cañones.
Las fuerzas del general Borozdin y
los Cosacos de Denisov atacan a las columnas francesas en varios puntos,
logrando separar a pequeños grupos de soldados que luego son capturados o
muertos, lo cual puede significar lo mismo; se rumorea que los Cosacos
desuellan a sus cautivos. Los Partisanos de Davidov,
Seslavin y Figner realizan varias emboscadas que causan más bajas a los
franceses cerca de Orsha.
Continuamente hostigados y
vigilados, los desmoralizados franceses pierden toda capacidad de
iniciativa táctica; los soldados se mantienen unidos tan sólo para salir
de Rusia con vida, pero están al borde de la insubordinación, y cada vez
son más quienes se arriesgan a desertar. Las bajas por frío comienzan a
causar estragos entre ellos, las temperatura han descendido abruptamente
a -26º C.
15 a 17 noviembre
1812:
Batalla de
Krasnoe o
Krasniy.
Kutozov decide emboscar la retirada
de las columnas de la Grande Armée en Krasnoe, y envía
todos sus hombres allí. Cuatro Cuerpos de Ejército
ruso acampan a unos 4 km al sureste,
mientras otros dos Cuerpos al mando de Milordarovich se posicionan al
noreste, en el camino de Smolensko, por donde vendrán los franceses, que
deben pasar a toda costa al oeste de Krasnoe si quieren escapar de Rusia.
Kutuzov despliega un muro de fuego
al sur de Krasnoe. Milordarovich, atacará la vanguardia francesa de
forma limitada con los 2º y 7º Cuerpos, dejándoles pasar al alcance de
los fusiles y cañones de los 5º, 6º, y 8º Cuerpos de Tormasov,
desplegados al sur con una división de Coraceros; para después atacarlos
por la retaguardia con el apoyo de Golitsyn, con el 3º Cuerpo ruso y
otra división de Coraceros.
El 15 de noviembre, Milordarovich
ataca al 4º Cuerpo de Eugene, mientras el Cuerpo de Poniatowsky y
las tropas de la Guardia Imperial, que escolta a Napoleón, rebasan sus
flancos y entran en Krasnoe; donde la Joven Guardia debe defenderse del
ataque de varias unidades de Tormasov y Golitsyn, mientras los hombres
de Eugene son flanqueados y huyen en desbandada a un bosque, para luego
reagruparse en Krasnoe.
El 16 de noviembre, Bonaparte
logra salir por el camino al oeste de Krasnoe con la Guardia Imperial y
el 5º Cuerpo de Poniatowsky, hostigado desde el sur por las vanguardias
de Tormasov; algunos soldados franceses se retiran al norte al ser
atacados, para luego reagruparse al oeste con la cabeza de la columna.
Mientras, llega a Krasnoe el 1º Cuerpo de Davout,
en el centro de la columna en retirada. Milordarovich le permite pasar
para después atacarle por la retaguardia; los franceses huyen hacia los bosques
o buscan refugio en Krasnoe, abandonando artillería, carruajes, e
incluso algunos soldados arrojan sus armas.
Davout intenta organizar la
resistencia en el pueblo, tratando de reagrupar a sus desmoralizadas tropas, que
son fusiladas y graneadas por los rusos desde el sur; retirándose con
tal premura por el pánico, que sufren muy pocas bajas. El mariscal
consigue cohesionarlos y forma una sólida línea al sureste del pueblo
que contiene el avance de los rusos de Tormasov.
Napoleón ordena a varias
unidades de la Guardia Imperial volver atrás en apoyo del 1º Cuerpo. Los
16.000 soldados de la Guardia efectúan varias cargas de caballería
contra los 35.000 rusos, haciéndoles retroceder y ganando el día.
El 17 de Noviembre, los franceses
abandonan Krasnoe por el oeste cuando llega su retaguardia por el este,
el 3º Cuerpo de Ney, que viene desde Moscú con sus soldados y algunos
millares de civiles. Napoleón concluye que no puede hacer nada por él y
sus hombres, y ordena reanudar la marcha, encaminándose a Dubrovno; los
rusos envían una división de Coraceros al oeste de Krasnoe para
asegurarse de su partida.
Ney trata de abrirse paso
atravesando Krasnoe por la fuerza, pero la abundante artillería de
Milordarovich detiene su embestida. Los rusos pasan al contraataque, y el
3º Cuerpo francés se retira hacia el norte, hacia el pueblo de Syrokorenie, pero
la caballería rusa le persigue realizando sucesivas cargas, causando una
auténtica masacre. Varios miles de franceses se rinden, pero Ney y otros
3.000 logran llegar al Dnieper.
El mariscal Ney cruzará el helado
río Dnieper para dirigirse a Orsha y volver de nuevo con Napoleón,
pereciendo ahogados cientos de soldados y civiles que le acompañaban al
resquebrajarse el hielo. En total, perderían la vida, serían capturados
o desaparecían en Krasnoe y sus inmediaciones unos 13.000 franceses; las bajas rusas se
desconocen.
16 noviembre
1812: Combate
de Minsk.
20 noviembre
1812: Combate
de Orcha.
21 a 29 noviembre 1812:
Paso del Beresina o Berézina
y Batalla de Borisov.
En la ciudad de Orsha, Napoleón
reagrupa y reorganiza a sus tropas. La que fuera la Grande Armée cuenta
con unos 50.000 soldados en condiciones de luchar, la mayoría de ellos
son franceses; otros 10.000 les acompañan pero apenas tienen fuerzas para
andar; la mayor parte de estos son italianos, alemanes, polacos y
holandeses, que marchan sin motivación alguna aparte de sobrevivir al
frío. Les siguen otros
40.000 soldados rezagados, como artilleros sin cañones o furrieles, y
refugiados civiles.
La temperatura ha subido hasta -14º C, pero la
exposición continuada al frío causa estragos, al no vestir los franceses
y sus aliados ropa adecuada para soportarlo. Y a esto se suma la
absoluta falta de comida; no quedan reservas de vituallas, ni ganado que
sacrificar. Durante la última semanas la expedición ha perdido varios
miles de hombres a consecuencia del frío y la precaria alimentación,
aparte de los ataques rusos
La mayoría de los supervivientes
son las tropas de la Guardia Imperial, entre los que destaca la Vieja
Guardia, y los hombres del 1º Cuerpo de Davout. Los 3º, 4º, 5º y 8º
Cuerpos de Ney, Eugene, Poniatowsky y Junot lo son sólo de nombre, pues
tienen menos de un millar de soldados cada uno en condiciones de
combatir, sumando entre todos los citados unos 20.000 hombres del total.
A este ejército se
les unen en Botr
los 2º y 6º Cuerpos de Oudinot y Saint Cyr, que se retiran desde
Polotsk, y el 9º de Victor, a los que destacó a ocupar zonas al noroeste
de Rusia al inicio de la campaña; son estas unidades las que realmente
engrosan ahora la Grande Armée y las que se encuentran en mejores
condiciones. Los otros dos Cuerpos que quedan, el 10º de Macdonald y el
Austríaco de Schwarzenberg, están más al
noroeste y al sureste respectivamente, guardando los flancos.
El 18 de
noviembre, Bonaparte abandona Orsha dejando casi toda la artillería,
excepto 250 piezas, y muchos carros con equipamientos, para tratar de
aligerar la marcha y abandonar antes Rusia. Todo el material que no sea
declarado esencial es destruido.
Durante los días siguientes,
cientos
de hombres famélicos mueren de frío, quedando sus cadáveres congelados
en las cunetas de los caminos. Sus compañeros les registran en busca de
comida y les arrebatan la ropa de abrigo y sus botas, pero nadie les da
sepultura. Tampoco los enfermos, heridos o moribundos reciben asistencia
organizada alguna. Los caballos de tiro comienzan a ser sacrificados
para comer su carne.
El ejército francés se dirige
hacia el río Beresina, el último gran obstáculo en su camino hacia Vilno
y el río Niemen, en la frontera con Prusia, supuestamente la salvación.
Los Cosacos y Partisanos rusos lo acosan desde el sur continuamente,
intentado romper sus formaciones para aislar a pequeños grupos o
incautarse de carros, en una incesante maniobra de desgaste; pero sus
ataques no
pueden disolver a la Guardia de Napoleón.
El 21 de noviembre, tres días
después de partir de Orsha, la vanguardia francesa llega cerca de Studenka,
divisando las placas de hielo flotando en el Beresina, río de gran
caudal, de unos 400 metros de anchura. Napoleón está desolado, pues
esperaba hallarlo con una gruesa capa de hielo por la que cruzarlo;
y deberá construir puentes, pues el que existía ha sido demolido por los
rusos.
Bonaparte envía a una unidad de polacos a
ocupar Borisov, unas 23 millas al sur por el mismo río Beresina, para
contener a los rusos mientras llegan sus tropas desde Orsha, se levantan
los puentes, y la Grande Armée se retiraría por ellos. Este destacamento
habría de alertar de la aproximación de enemigos y retenerlos hasta
recibir refuerzos.
Tras la batalla de Malojaroslavets,
en octubre, Kutuzov planeó hacer un último gran ataque contra la Grande
Armée en Beresina, cortándoles el paso y cercándoles. Mientras él se
dirigía con 80.000 soldados del 3º Ejército ruso por el sur, siguiendo
la retirada francesa, el almirante Chichagov con 34.000 hombres, iría a Borisov, en la ribera oeste del río, y
los 30.000 soldados de Wittgenstein se posicionarían al norte.
El 22 de noviembre, un mes después
de su partida, Chichagov pudo rodear al Cuerpo austriaco de Schwarzenberg de 30.000 soldados, que
Napoleón dejó al suroeste mientras avanzaba por Rusia en verano, y
llega a Borisov. Tras derrotar a la unidad de polacos, captura 2.000
prisioneros. Chichagov despliega a sus hombres a en la orilla del Beresina,
mientras Wittgenstein avanza desde el norte y Kutuzov por el este.
Napoleón ordena a Oudinot y Victor que movilicen a sus
Cuerpos de Ejército y desalojen a Chicagov de la orilla oriental del Beresina y alejen a Wittgenstein de Studenka, conteniéndole en Borisov, mientras el propio
Bonaparte cruzaría el río con los restos de su expedición
para huir de Kutuzov.
El 23 de noviembre, el 2º Cuerpo
de Oudinot llega a Loshnistsy, encontrando una avanzadilla rusa que
alerta a Chichagov; sus soldados se retiran
precipitadamente del Berezina, entrando los franceses en Borisov,
protegiendo el flanco sur de la retirada francesa. Después
de tres días, los rusos se retirarán a 25 km al suroeste, dejando
dos batallones de infantería y tres regimientos de Cosacos cerca de Borisov.
El mismo día 23 de noviembre, unos
400 Zapadores franceses bajo la supervisión de Murat y Mortier que
pretenden construir 3 puentes para cruzar el río desde Studenka, donde
su anchura es de 90 a 150 metros. Al día siguiente inician las obras
desmontando varias viviendas de Studenka; hasta el día 24 no llegarán
desde Orsha algunos carros con materiales y herramientas.
El día 25 de noviembre comienza
una tormenta de nieve que ralentiza las obras; se trabaja de de día y
noche. Las temperaturas ascienden progresivamente, causando
desesperación a los soldados que aguardan impacientes cruzar al otro
lado, mientras los rusos de Kutuzov se acercan por el este y los de
Wittgenstein por el norte.
A las 17:00 horas de este día
llega a Studenka, el general de Ingenieros Jean Baptieste Eblé, quien se
encarga de la obras, agilizándolas. Trae consigo fraguas, carbón, clavos
y demás herramientas rescatadas de entre los materiales que Bonaparte
mandó destruir en Orsha. Decide construir dos puentes en lugar de los
tres previstos; uno será más sólido, para soportar el peso de la
artillería y los carruajes; los dos tendrán unos 5 metros de anchura. El primer puente, para la infantería, se
termina al anochecer.
La madrugada del 26 de noviembre,
a las 01:00 horas, parte de los franceses del 2º Cuerpo de Oudinot
comienzan a cruzar la superficie helada del río con la división de
Legrand al frente. Les siguen Napoleón y 11.000 soldados de su Joven
Guardia; Bonaparte volverá a cruzar a la orilla oriental del Beresina
para dirigir la retirada.
Hacia las
04:00 horas, los Ingenieros terminan el puente más pesado; la artillería
y los carros de transporte que salen de Studenka comienzan a cruzarlo en
buen orden, pero el puente es precario y se parte dos veces durante esta
madrugada, deteniéndose el cruce de cañones y carruajes para ser
reparado.
El 27 de noviembre, los Cosacos de
Platov y Ermolov, y los Partisanos de Seslavin, en vanguardia del 3º
Ejército ruso, llegan a Borisov desde el sureste, mientras Wittgenstein
llega por el norteste, entablando un durísimo combate con las tropas de Oudinot
y Víctor
que defienden la villa. La división de Partunot, del 9º Cuerpo de
Víctor, resiste en principio,
pero acaba rindiéndose ante la superioridad numérica de los rusos; son
apresados unos 4.000 franceses y otros 2.000 mueren en combate.
Tomada Borisov, Wittengstein gira
de nuevo hacia el norte y continúa avanzando a Studenka por la ribera
oriental del Beresina, en coordinación con las tropas de Chichagov, que
se mueven hacia el norte por la orilla occidental, cerniéndose sobre los
franceses 72.000 rusos, contando con las vanguardias del 3º Ejército de
Kutuzov que se acercan. Las tropas de Victor se retiran a Studenka y las
de Oudinot le siguen, pero disponiéndose a cruzar a la ribera occidental
por los puentes.
En la ribera oriental, las tropas
del 1º y 9º Cuerpos de Davout y Víctor y la Vieja Guardia forman una
sólida línea defensiva al sureste de Studenka, para cubrir a quienes se
retiran por los puentes; aquel por el que circulan la artillería y los
carros vuelve a romperse hacia las 16:00 horas, debiendo detenerse el
tráfico hasta que los zapadores terminan su reparación, trabajando
durante horas en condiciones espantosas debido al creciente frío y su
mala salud; varios pontoneros pierden la vida en la tarea.
El 28 de noviembre, las tropas de
Chichagov, Ermolov y los Cosacos de Platov, atacan por el sur de la
ribera occidental a los 600 supervivientes del 3º Cuerpos de Ney, y a los soldados
del 2º de Oudinot que acaban de llegar a esta orilla, en total unos
12.000 hombres, que logran detener las embestidas rusas. Mientras, en la ribera oriental, Wittengstein emplaza
su artillería y cañonea la línea francesa al sureste de Studenka, a la
vez que su infantería marcha hacia los puentes.
Ante el ataque coordinado ruso en
las dos orillas, y la cercanía del 3º Ejército de Kutuzov, la cohesión
de los soldados franceses se desmorona completamente por el pánico.
Oleadas de soldados abandonan sus posiciones y campamentos para
arrojarse en tropel hacia los puentes para escapar, seguidos de una
muchedumbre de civiles, sin atender ninguna disciplina más allá de sus
ansias individuales de sobrevivir.
Napoleón, al contemplar la
creciente histeria, abandona la orilla oriental del Beresina por uno de
los puentes, hacia las 14:00 horas. La Vieja Guardia le abre paso,
mientras se retiran en desorden junto a los 1º y 4º Cuerpos de Davout y
Eugene, y muchos rezagados que entran en los puentes. En el caos, miles
de soldados y refugiados mueren golpeados o pisoteados por otros,
aplastados por carros o animales, ahogados o congelados en las frías
aguas, o alcanzados por el esporádico fuego artillero ruso.
Uno de los puentes se hunde por el
gran peso de carros, cañones, caballos y personas, congregándose el
exaltado gentío en la entrada del otro, lo cual ralentiza la huída por
él, pudiéndose avanzar tan sólo unos pocos pasos cada hora, entre
horribles escenas de ensordecedores estallidos, alaridos de hombres,
gritos de mujeres, y llantos de niños.
Hacia las 16:00 horas, tan sólo
queda en la orilla occidental, al sureste de Studenka, el 9º Cuerpo de
Víctor; todas las demás unidades están ya al oeste del Beresina. Por los
puentes una muchedumbre sigue huyendo hacia el oeste , abandonando sus
carruajes en el lodazal de acceso a los pontones, lo cual dificulta el
acceso.
Los soldados de Víctor contienen a
los rusos de Wittgenstein hasta el anochecer, y después se retiran; a
las 21:00 horas llegan a la orilla occidental, mientras la patética
multitud continúa desbordando los puentes hasta entrada la noche. En la
ribera occidental las tropas de Oudinot, Ney y de la Guardia han podido
contener a los rusos de Chichagov hasta que cesan los combates, hacia
las 23:00 horas.
Para entonces, los rusos que les
acosan se encuentran con la moral muy alta, confiados en su mayor número
y bien protegidos contra el frío, pero carecen de comida: debido a su
propia táctica de Tierra Quemada, las áreas circundantes se hallan
esquilmadas. Registran a todos los prisioneros y carros de los invasores
que capturan; pero los franceses se encuentran peor: abatidos,
hambrientos y sufriendo hasta unos -25º C de día, y hasta unos - 29º C
por la noche.
El 29 de noviembre, todos los
Cuerpos de Ejército y formaciones francesas o aliadas organizadas habían
cruzado ya a la orilla occidental del Beresina. Desde el momento de su
apertura, hubo Gendarmes a la entrada de cada puente para evitar que
nadie desarmado los cruzase; de tal forma que la mayoría de franceses
que aún permanecen en la ribera oriental son civiles y soldados heridos,
enfermos o moribundos, rezagados de sus unidades o perdidos, muchos
desarmados, sin dirección militar alguna.
A las 09:00 de la manaña, Eblé ordena quemar el
único puente que queda en pie, para impedir que los rusos de
Wittgenstein y Milordarovich persigan la retirada del ejército francés
hacia el oeste, dejando morir a los cientos de personas que los están
cruzando y abandonando a su suerte a los millares que estaban en la
orilla este del río, mientras en la orilla oeste, los Cosacos de
Chichagov cargan una vez más contra la retaguardia francesa, ahora a
cargo de Víctor, siendo rechazados.
Unos 28.000 soldados franceses con
200 cañones han conseguido cruzar el Beresina, seguidos de 30.000
soldados auxiliares y refugiados civiles; los primeros dejaron atrás
32.000 bajas, y los rezagados sufrieron otras 10.000; todos los Zapadores que levantaron
los puentes murieron. En los combates, los rusos tuvieron 20.000
bajas.
El cruce del Berezina o Beresina ha supuesto un
éxito para Napoleón, pues podía haber sido aniquilado por la
superioridad numérica de los efectivos de Kutuzov.
4 diciembre 1812:
Combate de Molodcezno.
5 diciembre 1812:
Bonaparte se separa de
la Grande Armée.
Tras cruzar el Beresina, el ejército francés
contaba con unos 28.000 soldados, la mayor parte de la Guardia, los
demás son restos de los diezmados 1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º, 8º y 9º
Cuerpos de Ejército, de los mariscales Davout, Oudinot, Ney, Eugene,
Poniatowsky, Saint Cyr, Junot y Víctor. Los cuatro Cuerpos de Reserva de
caballería de Murat han sido prácticamente aniquilados. Les seguían
otros 30.000 supervivientes y refugiados.
Los 7º y 10º Cuerpos de Renier y Macdonald,
protegían el flanco norte de la retirada francesa, y el Cuerpo Austriaco
de Schwarzenberg, el sur; entre los tres sumarían otros 20.000 soldados
más; a los que habría de añadirse los 80.000 lituanos, pero su lealtad
es dudosa ante la retirada de Bonaparte y la proximidad de los ejércitos
del Zar.
Kutozov permite la retirada del contingente de
Napoleón hacia Vilno, pero envía a las tropas de Chicagov y Wittgenstein
contra los franceses del flanco norte y a las tropas de Milordarovich
contra los austriacos del flanco sur.
Los soldados rusos, aunque bien pertrechados
contra el frío, se encuentran cansados, y sobre todo hambrientos hasta
el borde de la inanición, pues carecen de logística alguna. Los Cosacos
de Platov asaltan regularmente a la columna francesa en busca de algún
alimento, y roban lo que pueden a los pobres campesinos.
Las temperaturas continuaron
bajando hasta alcanzar los -30º C el 1 de diciembre, y desde entonces
algunas noches pueden llegar a darse hasta -37º C.
Miles de franceses, abrigados con
harapos y sin protección alguna para el rostro, sufren males como la
pérdida de dedos, extremidades, los labios, la nariz y la vista,
caminando entre la nieve hasta morir congelados. El hambre es tal, que
tras terminar de sacrificar a la mayoría de los caballos, algunos
soldados comen insectos o llegan a guisar carne de sus compañeros fallecidos tras
arrebatarles la ropa que puedan usar.
Excepto la Guardia Imperial, el
resto de las unidades francesas están descompuestas, mezcladas y
totalmente desorganizadas. La Grande Armée ha perdido todo su valor
militar, degenerado en una columna de personas famélicas y ateridas que
cuidan de su supervivencia, dándose peleas entre ellos por lo poco que
tienen, y defendiéndose de las acometidas de los Cosacos si están en
grupos, o huyendo si son pocos.
El 5 de diciembre, Napoleón
reconocerá apesadumbrado: "- Ya no tengo ejército...! Durante días he
marchado en medio de una bandada de hombres desorganizados que vagan por
los campos tan sólo en busca de sustento..." decidiendo en Smorgon
adelantarse, para llegar antes que nadie a París, minimizar su derrota y
levantar una nueva Grande Armée con la que realizar otra campaña y
someter al Zar Alejandro I.
Muchos generales le piden que se
quede, al creer que la desmoralización absoluta desbandará lo que queda
de sus tropas; pero aún así Napoleón se marcha, al razonar que su
ejército está tan cerca de Prusia y tan desunido, que su ausencia no
influenciará de forma alguna, concluyendo así su intervención en la
dramática invasión rusa. Su última orden es que las unidades quemen
todos sus estandartes.
Mientras Bonaparte viaja a
Varsovia escoltado por su Guardia, el mariscal Ney logra agrupar unos
cientos de soldados con voluntad de luchar, repeliendo algunos ataques
de los Cosacos, con la esperanza de alcanzar pronto el Niemen y escapar
de Rusia; será Ney el comandante en jefe de lo que queda de la Grande
Armée.
Entre el 29 de Noviembre y el 4 de
diciembre mueren cerca de 16.000 franceses, la mayoría por inanición,
enfermedades, desatención médica y daños por congelación. Otros 4.000
soldados más y unos 16.000 auxiliares y civiles caerán por las mismas
causas hasta el día 9 de diciembre; para entonces la temperatura diurna
llega a -34º C.
9 diciembre
1812:
Combate de
Vilna; los franceses abandonan toda su
artillería.
14 diciembre
1812:
La Grande Armée abandona Rusia.
Entre el 7 y el 9 de diciembre, los soldados
franceses y los refugiados supervivientes llegan a Vilna, pensando que
allí encontrarán comida y refugio, pero miles de ellos ya no tienen
fuerzas para continuar, muriendo de hambre o congelación en las puertas
de la ciudad, sentados en los portales o tirados en las calles.
Irónicamente, los habitantes los enterrarán en las trincheras que los
invasores cavaron en verano para proteger la guarnición.
El 10 de diciembre, los Cosacos de Platov entran
en Vilna persiguiendo la retirada francesa. El general Luason intentó
organizar la defensa de la capital de Lituania, pero de sus 15.000
soldados, no menos de 9.000 murieron de enfermedades y frío entre el 6 y
el 9 de diciembre; los demás se unen a los 10.000 de Ney en su retirada
a Prusia.
La noche del 13 de diciembre, las tropas francesas
llegan a Kovno, donde pueden ingerir algo de alimento desde hacer varios
días y descansar. Curiosamente, la gente de la localidad creía que
Napoleón había alcanzado una gran victoria en Beresina, y desconocían
por completo la derrota de la Grande Armée en Rusia.
El 14 de diciembre, los 10.000 soldados franceses
y aliados supervivientes de los 420.000 que invadieran los dominios del
Zar Alejandro hace siete meses, vuelven a cruzar en sentido opuesto el
río Niemen, la frontera entre Rusia y Prusia, perseguidos aún por los
infatigables Cosacos de Platov; algunos rusos han cruzado a la orilla
oeste del río y les disparan ráfagas aisladas.
En Rusia, Napoleón ha perdido más de 400.000
soldados, toda su artillería, unas 580 piezas, y 175.000 caballos. De
entre los que le acompañan, Ney no puede encontrar a más de 1.500 en
condiciones de combatir; de su propio 3º Cuerpo de Ejército quedan 300
hombres, 100 de ellos aptos para luchar serán los últimos en
repasar el Niemen, hacia las 20:00 horas.
En los bosques lituanos aún hay tropas
francesas y aliadas rezagadas, menos de 30.000 soldados agrupados entorno al 10º Cuerpo de Macdonald
y las escoltas de Murat y Eugene de Beauharnais, que irán replegándose a
Prusia hasta finales de mes, miles de ellos serán enterrados en fosas
comunes tras morir del frío extremo e inanición; unos 6.000
supervivientes lograrán escapar a Prusia; el Cuerpo de Schwarzenberg
conseguirá volver a su patria.
El desastre de la Grande Armée en Rusia socava el
mito de la infalibilidad de Napoleón: quienes fueran sus reinos aliados
o sometidos se volverán contra él. El Zar Alejandro I preparará sus
ejércitos para realizar un contraofensiva. Durante la "Guerra
Patriótica", han muerto unos 250.000 soldados rusos y 50.000 Cosacos;
sin contar las bajas civiles y sus propiedades quemadas o saqueadas por
ambos bandos.
18 diciembre
1812:
Bonaparte entra en París, al día siguiente llega a
Las Tullerías.
27 diciembre 1812:
Combate de Kelm.
28 diciembre 1812:
Combate de Tilsit.
30 diciembre
1812:
Acuerdo de Tauroggen, de no beligerancia entre
rusos y prusianos.
Aquí finaliza esta cronología.
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